sábado, 30 de enero de 2021

CULTURA Y NATURALEZA

 


- ¿Por qué hay que darle tanta importancia a LA CULTURA si mucha gente que conozco apenas lee, va a museos, a cines, a teatros… y vive sin ninguna preocupación la mar de contentos?

- Vivir en la ignorancia es una opción, pero no la más acertada, porque somos presa de engaños, manipulaciones, vivir según las pautas que nos marcan otros, en definitiva, es lo único que nos diferencia de una lechuga por mucho que etimológicamente el término venga de cultivo, la “agri-cultura” era el cultivo del campo.

- ¿Qué me estás diciendo que si no soy culta me parezco a un vegetal?

- Claro que no, solo digo que lo que diferencia al hombre y a la mujer del resto de seres vivos con los que compartimos el planeta es que trascendemos, no estamos anclados al suelo, y eso, eso solo lo concede la cultura.

- Pero yo, como mucha gente, no pudimos estudiar porque trabajamos desde pequeñas, en muchos hogares no había más remedio que ayudar económicamente a la familia.

- Tienes razón, la condición social marca el acceso a la cultura vía educación recibida, pero hablamos de cosas distintas, no es lo mismo educación que cultura por mucho que las políticas conservadoras traten de difuminar esa diferencia.

- Y entonces, ¿qué es la cultura?

- La mejor definición de cultura que yo he oído de las muchas propuestas es entenderla como todo aquello que no se considera naturaleza.

- ¿El ecologismo no es un tema cultural?

- Claro que lo es, cuando hablamos de naturaleza en este sentido estoy hablando de todo lo que nos asemeja a una lechuga.

- No te entiendo.

- Si tienes hambre y recoges de la tierra una verdura y te la comes sin más, no haces sino un acto de naturaleza saciando tu necesidad fisiológica, por el contrario, si la lechuga limpia y preparada la presentas con un pequeño hojaldre de queso y semillas de lino, caliente y crujiente por fuera y fundente por dentro, entonces ya estamos hablando del arte culinario.

- Si hablamos de arte me viene a la cabeza gente con mucho dinero negociando con obras de artistas consagrados.

- Y no te falta razón, pero yo no hablo del arte como negocio sino como expresión cultural.

Sin desdeñar al talentoso artista consagrado, la cultura, como nos dijo Ortega y Gasset, es un “acto de bondad más que de genio”. Cuando una persona con sus dones, también con sus limitaciones, hace cultura, está entregando parte de lo más íntimo de sí, de su conciencia, es generoso dando y esa dádiva no tiene que ver con la genialidad sino con el producto de la actividad humana, con la transfiguración de la naturaleza, con la soportabilidad del hombre o de la mujer, con aquello que nos iguala.

 

 

 

José Leoncio Gómez                              

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