sábado, 20 de febrero de 2021

UN MILLONARIO DE IZQUIERDAS

 

 

        


Lucio Anneo Séneca nace en Córdoba el año 4 antes de nuestra Era, llamado Séneca el Joven para distinguirlo de su padre, fue filósofo, político, orador y escritor llegando a ser cuestor, pretor, senador y cónsul durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, aparte de consejero o tutor de Nerón. Todo esto no es mas que parte de la biografía que cualquiera puede encontrar sobre este pensador, pero qué es lo más significativo que se puede extraer de su vida en relación con su pensamiento, qué podemos decir de la corriente que siguió, aquella que ha venido en llamarse el estoicismo hispano-romano, qué nos puede alumbrar en una situación como la que vivimos quien dijo que la luz es inútil cuando ilumina sin transformar, en una situación como la de hoy en la que al parecer, todos tenemos una actitud estoica.

Este exponente del estoicismo tardío junto a Epícteto y el emperador Marco Aurelio al que Pilar Zambrano llamó sabio a la defensiva, renegó de la afasia, de la adoxía y de la ataraxia porque desde su intensa humanidad no disociaba la vida contemplativa de la vida activa y por eso, ya en su época, sufrió lo que llamaríamos críticas sobre su inmensa fortuna el que para algunos fue el hombre más rico de Roma.

Si por su falta de base metafísica podemos considerar a Séneca un moralista, un educador, lo primordial está en la forma en la que se genera la riqueza, siempre desde la eticidad, y en la relación que se tiene con ella, siempre desde la indiferencia y el despegamiento. Dejando a un lado voces críticas con la forma en que obtuvo su patrimonio, sin embargo, son sus propias palabras las que siguen siendo algunas de las reflexiones más agudas sobre el tema cuando dice que aquel que añora riquezas siente temor a causa de ellas porque ningún hombre disfruta de una bendición que trae ansiedad. El hombre que emplea todo su tiempo en preguntarse cómo incrementar su riqueza, se olvida de cómo usarla, paradoja que le ocurre a muchas personas que entre más cosas tienen, menos se tienen a sí mismos: “la peor servidumbre es ser esclavo de uno mismo”.

Si los seguidores del cínico griego Diógenes, que renunció a los bienes materiales y pernoctaba en un barril, propugnaban su doctrina de austeridad mientras vivían de forma totalmente contraria rodeados de lujos y vanidades no adecuando vida y pensamiento, el filósofo estoico reflejaba en su filosofía un conflicto interno y de lucha, de sus intentos de vivir conforme a altos ideales en un mundo corrupto y con una naturaleza imperfecta.

Séneca mantuvo la entereza propia de un estoico hasta el final y su actitud frente al suicido obligado ha pasado a la historia como un ejemplo de alta virtud moral frente a la tiranía, acaso emulando a Sócrates, cuya muerte había sido una gran inspiración para los estoicos. 

Yo añadiría algo más a todo esto, siempre debemos vivir por debajo de nuestras posibilidades, nos irá mejor en la vida y siguiendo al cordobés "es un gran hombre quien usa platos de barro como si fueran de plata; pero es igualmente grande aquel que usa plata como si fuera barro".


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